Preparación
Para preparar la masa:
1- En un bol mezcla el azúcar moreno con la mantequilla fría cortada en dados, usa una varillas eléctricas para que queden bien mezclados ambos ingredientes.
2 - Añade un huevo y vuelve a utilizar las varillas eléctricas para que quede bien integrado.
3 - Incorpora la harina junto con la levadura en polvo y la sal. Remueve primero con una espátula para que la harina se vaya incorporando poco a poco y evitar que el polvo bañe la cocina. Cuando esté más o menos incorporado, utiliza las varillas eléctricas para que quede una buena masa.
4 - Por último, incorpora las pepitas de chocolate y amasa con las manos.
5 - Engrasa un molde desmontable de 24 cm y cubre el fondo con papel vegetal. Extiende la masa de galleta por toda la base y cubre también los laterales intentando que quede uniforme. Reserva.
Relleno de chocolate al 70%
1- Pon un cazo al fuego con casi toda la leche (75ml) y la nata para montar a fuego medio.
2- Trocea el chocolate al 70% y añádelo al cazo cuando esté caliente la mezcla. Remueve con unas varillas para evitar que se queme.
3- En la leche que hemos reservado anteriormente echa los polvos de cuajada, remueve bien con una cucharilla para que se disuelva y no queden grumos.
4- Cuando el chocolate esté fundido añade la cuajada disuelta y continúa removiendo con unas varillas. Ponlo a fuego bajo y, ante el primer hervor, retíralo del fuego.
5- Coloca una cuchara sobre la base de galleta y vierte sobre ella la crema de chocolate. Déjalo enfriar.
Relleno de chocolate al caramelo:
1- Repetimos exactamente los pasos anteriores de la crema de chocolate salvo que, en esta ocasión, vamos a cambiarlo por el chocolate con leche al caramelo.
2- Echa la crema sobre el chocolate anterior y déjalo enfriar. Puedes meterlo en la nevera.
Mételo en el horno precalentado a 200º durante 15 minutos aproximadamente para que se haga la galleta. Luego lo dejas enfriar completamente para poder seguir con los siguientes pasos.
Merengue:
1- Separa las yemas de las claras de huevo. Las yemas no las tires, resérvalas para otros postres deliciosos (natillas caseras, flan de huevo, crema pastelera...).
2- Bate las claras de huevo con el azúcar hasta que obtengas un merengue brillante y denso.
3- Saca la tarta de la nevera cuando esté bien fría y echa el merengue por encima. Puedes hacerlo con una manga pastelera con una boquilla y darle formas o extenderlo con mucha suavidad.
4- Introduce la tarta en el horno precalentado a alta temperatura (grill) hasta que se dore el merengue o puedes utilizar un soplete para que la textura no se pierda y coja un aspecto dorado.
5- Dejar enfriar bien y servir al día siguiente.
