Receta de Isabel María Yagüe Martínez

Ingredientes

  • 6 huevos
  • 350 grs de harina blanca
  • 90 grs de cacao Puro en polvo 0% Azúcares añadidos Valor
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita de levadura química en polvo
  • 250 ml de café solo recién hecho
  • 605 grs de azúcar blanca
  • 350 ml de leche entera
  • 350 grs de azúcar impalpable o icing sugar
  • 375 grs de mantequilla sin sal
  • 2 cucharaditas de vainilla en pasta
  • 250 grs de queso mascarpone
  • 100 grs de mermelada de frambuesa de calidad
  • 280 grs de Chocolate Puro Colección Maestro Torreblanca Valor
  • 150 ml de agua
  • 300 grs de Chocolate Negro 70% Colección Maestro Torreblanca Valor
  • 4 hojas de gelatina
  • 1 cucharada de zumo de limón recién exprimido
  • 1 cucharadita de sal común
  • 125 ml de aceite de girasol u oliva suave
  • 2 cucharadas más de mermelada de frambuesa
  • Chocolatinas para decorar
  • Frambuesas frescas para decorar
  • 4 cucharadas de agua para hidratar las hojas de gelatina

Preparación

Precalentamos el horno a 180º y preparamos cuatro moldes redondos de aproximadamente unos 20 cm de diámetro, colocando papel de hornear en su base y engrasando ligeramente los bordes con un poco de mantequilla. Reservamos.

Comenzamos elaborando nuestro bizcocho húmedo de chocolate.

Para ello, tamizamos 225 grs de harina, 90 grs de cacao en polvo, 1 cucharadita de bicarbonato, 1 cucharadita de levadura química en polvo y 1/2 cucharadita de sal. Reservamos.

En un vaso, mezclamos 250 ml de leche entera con la cucharada de zumo de limón y dejamos que repose unos 5 minutos aproximadamente. Lo que buscamos es preparar un "buttermilk casero", el aspecto que tiene que tener la leche es como si se hubiera cortado, pero no os preocupéis, es lo que buscamos y necesitamos. Reservamos.

En el bol de la amasadora, provista del accesorio de mariposa, si no tenéis amasadora se puede hacer perfectamente en un bol ayudándonos de unas varillas eléctricas o de mano, mezclamos 2 huevos junto con 300 grs de azúcar blanca, hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen. A continuación y sin dejar de batir, añadimos 1 cucharadita de vainilla en pasta y 125 ml de aceite de girasol y el "buttermilk casero" que teníamos reposando. Batimos bien hasta que todos los ingredientes se integren.

Por último, añadimos en tres veces los ingredientes secos que teniamos tamizados y reservados, lo haremos alternando con los 250 ml de café solo recién hecho. Comenzamos echando un tercio de los ingredientes secos y la mitad del café, volvemos a echar otro tercio de ingredientes secos y el resto de café, para terminar con lo que nos queda de ingredientes secos. Mezclaremos bien hasta que todos los ingredientes se integren y obtengamos una mezcla homogénea.

Ahora vamos a repartir la masa en 2 de los moldes que teníamos reservados. Para que haya la misma cantidad de masa en ambos, yo me ayudo de una cuchara para hacer bolas de helado.

Metemos nuestros bizcochos en el horno, que teníamos previamente precalentado, y horneamos durante aproximadamente 20 minutos o hasta que al pinchar nuestros bizcochos con un palillo, éste salga limpio.

Cuando los bizcochos estén listos, los sacamos del horno y los dejamos enfriar por completo antes de desmoldarlos.

Cuando se hayan enfriado, con la ayuda de un cuchillo despegamos nuestros bizcochos de las paredes del molde y desmoldamos con mucho cuidado, ya que es un bizcocho muy tierno y delicado. Envolvemos nuestros bizcochos en film transparente y los dejamos reposar toda la noche.

Continuamos preparando nuestra tarta, haciendo el bizcocho genovés.

Yo lo hice el mismo día, lo fui preparando mientras el bizcocho de chocolate estaba en el horno y al sacar éste poder meter el bizcocho genovés.

Ponemos 4 huevos en un bol grande y añadimos 125 grs de azúcar blanca y 1/2 cucharadita de sal. Para montar huevos es mejor siempre dejar que los huevos se atemperen o, si queremos acelerar el montado, hacerlo con el bol colocado sobre un cazo con agua hirviendo, al baño María. Eso sí, es muy importante que el agua no llegue a tocar el bol, pues se nos podría cuajar el huevo y arruinarnos la mezcla.

Podemos usar este método si disponemos de unas varillas eléctricas. Si montamos los huevos con un robot de cocina lo haremos a la máxima velocidad, tardarán unos 10 minutos, aunque depende de la potencia de cada aparato.

La mezcla debe triplicar el volumen y alcanzar el punto de cinta, que cuando escurra de las varillas forme un dibujo o cinta sobre la superficie de la mezcla.

Añadimos entonces 125 grs de harina previamente tamizada y mezclamos con una espátula con movimientos suaves y envolventes, hasta que no apreciemos grumos de harina.

Vertemos la mezcla usando nuestra cuchara para hacer bolas de helado en los otros 2 moldes que teníamos previamente preparados y reservados y alisamos la superficie con la espátula.

Horneamos 15 minutos, probamos si están hechos pinchando el centro con un palillo, los sacamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla. Los dejamos unos minutos en el molde hasta que se temple, en primer lugar para no quemarnos al desmoldar y en segundo lugar porque el bizcocho es frágil y si está muy caliente se nos puede romper con facilidad.

Envolvemos nuestros bizcochos en film transparente y los dejamos reposar toda noche juntos con los otros dos bizcochos de chocolate.

NOTA: No es imprescindible que los bizcochos reposen durante la noche, también podéis usar los bizcochos cuando se enfríen en el mismo día, pero a mí me gusta más hacerlo de esta manera, ya que los sabores se intensifican, o al menos esa es mi percepción.

Al día siguiente ya estamos listos para terminar nuestra deliciosa tarta de chocolate y frambuesa.

Comenzamos preparando nuestra crema de chocolate para el relleno.

Derretimos 280 grs de Chocolate Puro Colección Maestro Torreblanca de Valor al baño María o en el microondas en intervalos de cortos de tiempo, así evitaremos que se queme, cuando esté totalmente derretido, lo dejamos reposar y atemperar un poco.

En el bol de la amasadora, mezclamos 350 grs de azúcar impalpable o icing sugar previamente tamizada junto con con 375 grs de mantequilla sin sal durante unos 5 minutos a velocidad lenta al principio y después a máxima velocidad hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen.

A continuación, añadimos 1 cucharadita de vainilla en pasta sin dejar de batir.

Por último, echamos el chocolate derretido y atemperado que teníamos reservado y batimos. Es importante que el chocolate se haya enfriado, ya que si lo echamos caliente se derretiría la mantequilla. Batimos a máxima velocidad unos 5-7 minutos, cuanto más batamos nuestra mezcla más cuerpo cogerá nuestro frosting. Reservamos en un lugar fresco.

Continuamos preparando nuestra crema de queso y frambuesas.

Para ello ponemos un cazo a fuego lento, en él echamos 250 grs de queso mascarpone, 100 ml de leche entera, 100 grs de mermelada de frambuesas y 30 grs de azúcar. Removemos sin parar con la ayuda de una espátula de madera, cuando el queso se haya derretido y hayamos obtenido una mezcla homogénea retiramos del fuego y le añadimos 2 hojas de gelatina, previamente hidratadas en 2 cucharadas de agua. Mezclamos bien y dejamos reposar un par de minutos.

Ya tenemos todo listo, ahora vamos a por el montaje de nuestra tarta.

Con la ayuda de una lira, igualamos nuestros 4 bizcochos (genovés y de chocolate) para que todos tengan el mismo grosor.

Cogemos uno de los moldes que hemos usado para el horneado de los bizcochos y en la base colocamos papel de hornear, esto nos ayudará a la hora de desmoldar nuestra tarta.

Comenzamos colocando dentro de nuestro molde, uno de nuestros bizcochos de chocolate, a continuación echamos una capa generosa de nuestra crema de chocolate y extendemos de manera uniforme sobre todo nuestro bizcocho.

Colocamos sobre nuestra crema de chocolate, uno de los bizcochos genoveses. Sobre el mismo extendemos 2 cucharadas generosas de mermelada de frambuesas y a continuación, vertemos la crema de queso mascarpone que teniamos reservada en nuestro cazo y que ha reposado un poco, colocamos el otro bizcocho genovés sobre la crema de queso.

Sobre la misma, volvemos a poner una capa generosa de nuestra crema de chocolate, repartida de manera uniforme por toda la superficie. Terminamos tapando nuestra tarta con el último bizcocho de chocolate que teníamos a la espera.

Dejamos enfriar durante al menos 4 horas en la nevera o en un lugar fresco, con el fin de que la crema de queso mascarpone coja cuerpo y la gelatina se solidifique.

Transcurrido este tiempo y con la ayuda de un cuchillo, separamos nuestro bizcocho de las paredes del molde y desmoldamos sobre un rejilla.

Tapamos toda nuestra tarta con el resto de la crema de chocolate, tanto la superficie como los laterales, ayudándonos de una espátula. Se trata de darle a toda la tarta una capa muy fina de crema de chocolate, a esta capa se la llama "tapa migas" y nos ayuda a igualar y a unificar las paredes de la tarta y que nos quede lisa.

Cuando la tengamos totalmente cubierta y lo más lisa posible, la metemos en la nevera mientras preparamos el siguiente y último paso de nuestra tarta.

Ya solo nos queda cubrir nuestra magnífica tarta con un delicioso baño de chocolate.

En un cazo a fuego lento ponemos 150 ml de agua, 150 grs de azúcar blanca y 300 grs de Chocolate Negro 70 % Colección Maestro Torreblanca de Valor. Removemos sin parar con una espátula de madera, hasta que el chocolate se derrita y todos los ingredientes se integren.

Cuando hayamos obtenido una mezcla homogénea, añadimos 2 hojas de gelatina neutra, previamente hidratadas en 2 cucharadas de agua. Removemos bien y mezclamos.

Sacamos nuestra tarta de la nevera, la cual está sobre una rejilla. Colocamos la rejilla con la tarta sobre una bandeja, ya que vamos a bañarla con la cobertura de chocolate y es necesario que el excedente de chocolate se caiga.

Con cuidado vamos echando la cobertura de chocolate sobre la misma. Es importante hacerlo desde el centro para que el chocolate se reparta de manera uniforme sobre toda la tarta.

La dejamos reposar unos 5 minutos y la decoramos al gusto. Yo he utilizado chocolatinas con avellanas en forma de chips para los laterales de la tarta y unas frambuesas frescas para colocarlas sobre la superficie.

Cuando la tengamos lista, transferimos nuestra tarta de chocolate y frambuesa al stand que hayamos elegido para nuestra presentación.

Ya tenemos lista para degustar esta deliciosa tarta de pisos que no dejará indiferente a ninguno de vuestros comensales.

Buen provecho.

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